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Many factors influence children’s health behaviors and health outcomes. The Social Ecological Model (SEM) groups these factors into interactive layers, creating a framework for understanding their influence and for designing interventions to achieve positive change. The layers of influence in the SEM include individual, interpersonal, organizational, community, and policy factors.

ContributorsOhri-Vachaspati, Punam (Contributor) / Yedidia, Michael J., 1946- (Contributor) / New Jersey Child Health Study (Contributor, Contributor) / Stevens, Clinton (Contributor) / Rutgers Center for State Health Policy (Contributor) / ASU College of Health Solutions (Contributor)
Created2019-10
Description

Many factors influence children’s health behaviors and health outcomes. The Social Ecological Model (SEM) groups these factors into interactive layers, creating a framework for understanding their influence and for designing interventions to achieve positive change. The layers of influence in the SEM include individual, interpersonal, organizational, community, and policy factors

Many factors influence children’s health behaviors and health outcomes. The Social Ecological Model (SEM) groups these factors into interactive layers, creating a framework for understanding their influence and for designing interventions to achieve positive change. The layers of influence in the SEM include individual, interpersonal, organizational, community, and policy factors (see figure). The New Jersey Child Health Study (NJCHS) was designed to examine how specific layers of the SEM, particularly food and physical activity environments in schools and communities, affect obesity outcomes in children

ContributorsOhri-Vachaspati, Punam (Contributor) / Eliason, Jessica (Contributor) / Yedidia, Michael J., 1946- (Contributor) / New Jersey Child Health Study (Contributor) / Rutgers Center for State Health Policy (Contributor) / ASU College of Health Solutions (Contributor)
Created2019-10
Description

En la zona metropolitana de Phoenix, el calor urbano está afectando la salud, la seguridad y la economía y se espera que estos impactos empeoren con el tiempo. Se prevé que el número de días por encima de 110˚F aumentará más del doble para el 2060. En mayo de 2017,

En la zona metropolitana de Phoenix, el calor urbano está afectando la salud, la seguridad y la economía y se espera que estos impactos empeoren con el tiempo. Se prevé que el número de días por encima de 110˚F aumentará más del doble para el 2060. En mayo de 2017, The Nature Conservancy, el Departamento de Salud Pública del condado de Maricopa, Central Arizona Conservation Alliance, la Red de Investigación en Sostenibilidad sobre la Resiliencia Urbana a Eventos Extremos, el Centro de Investigación del Clima Urbano de Arizona State University y el Center for Whole Communities lanzaron un proceso participativo de planificación de acciones contra el calor para identificar tanto estrategias de mitigación como de adaptación a fin de reducir directamente el calor y mejorar la capacidad de los residentes para lidiar con el calor. Las organizaciones comunitarias con relaciones existentes en tres vecindarios seleccionados para la planificación de acciones contra el calor se unieron más tarde al equipo del proyecto: Phoenix Revitalization Corporation, RAILMesa y Puente Movement. Más allá de construir un plan de acción comunitario contra el calor y completar proyectos de demostración, este proceso participativo fue diseñado para desarrollar conciencia, iniciativa y cohesión social en las comunidades subrepresentadas. Asimismo el proceso de planificación de acciones contra el calor fue diseñado para servir como modelo para esfuerzos futuros de resiliencia al calor y crear una visión local, contextual y culturalmente apropiada de un futuro más seguro y saludable. El método iterativo de planificación y participación utilizado por el equipo del proyecto fortaleció las relaciones dentro y entre los vecindarios, las organizaciones comunitarias, los responsables de la toma de decisiones y el equipo núcleo, y combinó la sabiduría de la narración de historias y la evidencia científica para comprender mejor los desafíos actuales y futuros que enfrentan los residentes durante eventos de calor extremo. Como resultado de tres talleres en cada comunidad, los residentes presentaron ideas que quieren ver implementadas para aumentar su comodidad y seguridad térmica durante los días de calor extremo.

Como se muestra a continuación, las ideas de los residentes se interceptaron en torno a conceptos similares, pero las soluciones específicas variaron entre los vecindarios. Por ejemplo, a todos los vecindarios les gustaría agregar sombra a sus corredores peatonales, pero variaron las preferencias para la ubicación de las mejoras para dar sombra. Algunos vecindarios priorizaron las rutas de transporte público, otros priorizaron las rutas utilizadas por los niños en su camino a la escuela y otros quieren paradas de descanso con sombra en lugares clave. Surgieron cuatro temas estratégicos generales en los tres vecindarios: promover y educar; mejorar la comodidad/capacidad de afrontamiento; mejorar la seguridad; fortalecer la capacidad. Estos temas señalan que existen serios desafíos de seguridad contra el calor en la vida diaria de los residentes y que la comunidad, los negocios y los sectores responsables de la toma de decisión deben abordar esos desafíos.

Los elementos del plan de acción contra el calor están diseñados para incorporarse a otros esfuerzos para aliviar el calor, crear ciudades resilientes al clima y brindar salud y seguridad pública. Los socios de implementación del plan de acción contra el calor provienen de la región de la zona metropolitana de Phoenix, y se brindan recomendaciones para apoyar la transformación a una ciudad más fresca.

Para ampliar la escala de este enfoque, los miembros del equipo del proyecto recomiendan a) compromiso continuo e inversiones en estos vecindarios para implementar el cambio señalado como vital por los residentes, b) repetir el proceso de planificación de acción contra el calor con líderes comunitarios en otros vecindarios, y c) trabajar con las ciudades, los planificadores urbanos y otras partes interesadas para institucionalizar este proceso, apoyando las políticas y el uso de las métricas propuestas para crear comunidades más frescas.

ContributorsMesserschmidt, Maggie (Contributor) / Guardaro, Melissa (Contributor) / White, Jessica R. (Contributor) / Berisha, Vjollca (Contributor) / Hondula, David M. (Contributor) / Feagan, Mathieu (Contributor) / Grimm, Nancy (Contributor) / Beule, Stacie (Contributor) / Perea, Masavi (Contributor) / Ramirez, Maricruz (Contributor) / Olivas, Eva (Contributor) / Bueno, Jessica (Contributor) / Crummey, David (Contributor) / Winkle, Ryan (Contributor) / Rothballer, Kristin (Contributor) / Mocine-McQueen, Julian (Contributor) / Maurer, Maria (Artist) / Coseo, Paul (Artist) / Crank, Peter J (Designer) / Broadbent, Ashley (Designer) / McCauley, Lisa (Designer) / Nature's Cooling Systems Project (Contributor) / Nature Conservancy (U.S.) (Contributor) / Phoenix Revitalization Corporation (Contributor) / Puente Movement (Contributor) / Maricopa County (Ariz.). Department of Public Health (Contributor) / Central Arizona Conservation Alliance (Contributor) / Arizona State University. Urban Climate Research Center (Contributor) / Arizona State University. Urban Resilience to Extremes Sustainability Research Network (Contributor) / Center for Whole Communities (Contributor) / RAILmesa (Contributor) / Vitalyst Health Foundation (Funder)
Created2022
Food insecurity and food assistance program participation in the U.S.: One year into the COVID-19 pandemic
Description

Beginning in March 2020, the COVID-19 pandemic triggered a sudden and severe economic downturn and led to disruptions in domestic and international food systems and supply chains. Over the first few months of the pandemic, in the United States, many stores had empty shelves, bars and restaurants closed, and children

Beginning in March 2020, the COVID-19 pandemic triggered a sudden and severe economic downturn and led to disruptions in domestic and international food systems and supply chains. Over the first few months of the pandemic, in the United States, many stores had empty shelves, bars and restaurants closed, and children could no longer go to school. The unemployment rate increased from 3.5% in February 2020 to 14.8% in April 2020, leading to economic instability for many households. As a result, household food insecurity, defined as having limited or inconsistent access to nutritious and affordable food, increased rapidly.

During the first months of 2021, vaccinations began rolling out, more individuals returned to in-person work, children to schools, and restrictions were gradually phased out. Unemployment has decreased since the April 2020 peak to 5.4% in July 2021, but remains above pre-pandemic levels. This brief describes the prevalence of household food insecurity, job disruptions, and food-related behaviors as reported by a nationally representative sample of 1,643 U.S. adults, both in the year prior to the COVID-19 pandemic (March 2019 – March 2020) and during the first four months of 2021 (January – April 2021), a period representing approximately one year since the onset of the pandemic.

Created2021-08