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During summer 2015, a study was conducted to characterize effects of tree species and shade structures on outdoor human thermal comfort under hot, arid conditions. Motivating the research was the hypothesis that tree species and shade structures will vary in their capacity to improve thermal comfort due to their respective abilities to attenuate solar radiation. Micrometeorological data was collected in full sun and under shade of six landscape tree species and park ramadas in Phoenix, AZ during pre-monsoon summer afternoons. The six landscape tree species included: Arizona ash (Fraxinus velutina Torr.), Mexican palo verde (Parkinsonia aculeata L.), Aleppo pine (Pinus halepensis Mill.), South American mesquite (Prosopis spp. L.), Texas live oak (Quercus virginiana for. fusiformis Mill.), and Chinese elm (Ulmus parvifolia Jacq.). Results showed that the tree species and ramadas were not similarly effective at improving thermal comfort, represented by physiologically equivalent temperature (PET). The difference between PET in full sun and under shade was greater under Fraxinus and Quercus than under Parkinsonia, Prosopis, and ramadas by 2.9-4.3 °C. Radiation was a significant driver of PET (p<0.0001, R2=0.69) and with the exception of ramadas, lower radiation corresponded with lower PET. Variations observed in this study suggest selecting trees or structures that attenuate the most solar radiation is a potential strategy for optimizing PET.
There are unfortunately very few curricular guides that focus on community engagement within the higher education of landscape architecture. A Beginner’s Guide to Community Engagement in the Curriculum of Landscape Architecture and Urban Planning to Improve Social Justice and Sustainability helps resolve this issue and serves as a resource to students, educators, designers, and more. The guide centralizes a diverse collection of resources, guides students through learning materials, shares insight, and proposes potential community engagement methods. The booklet aims to help readers understand the importance of community engagement in design and shares different curricular approaches to introduce the work to students.
I found four major themes that influenced decisions about these projects: Promoting learning; building capacity to host pTA events; fostering good deliberation; and policy relevance. Project organizers engaged in iterative discussions to negotiate how learning goals related to dominant ideas from policy and expert communities and frequently reflected on the impact of participatory efforts on participants and on broader socio-political systems. Practitioners chose to emphasize criteria for deliberation that were flexible and encompassing. They relied heavily on internal discussions about materials and format, and on feedback collected from participants, policy makers, and other stakeholders, to shape both projects, though some decisions resulted in unexpected and undesirable outcomes for participant discussions and policy relevance. Past experience played a heavy role in many decisions about participatory format and concerns about deliberative or participatory theory were only nominally present. My emphasis on understanding the practice of participatory efforts offers a way to reframe research on participatory efforts away from studying ‘moments’ of participation to studying the larger role participatory efforts play in socio-political systems.
En la zona metropolitana de Phoenix, el calor urbano está afectando la salud, la seguridad y la economía y se espera que estos impactos empeoren con el tiempo. Se prevé que el número de días por encima de 110˚F aumentará más del doble para el 2060. En mayo de 2017, The Nature Conservancy, el Departamento de Salud Pública del condado de Maricopa, Central Arizona Conservation Alliance, la Red de Investigación en Sostenibilidad sobre la Resiliencia Urbana a Eventos Extremos, el Centro de Investigación del Clima Urbano de Arizona State University y el Center for Whole Communities lanzaron un proceso participativo de planificación de acciones contra el calor para identificar tanto estrategias de mitigación como de adaptación a fin de reducir directamente el calor y mejorar la capacidad de los residentes para lidiar con el calor. Las organizaciones comunitarias con relaciones existentes en tres vecindarios seleccionados para la planificación de acciones contra el calor se unieron más tarde al equipo del proyecto: Phoenix Revitalization Corporation, RAILMesa y Puente Movement. Más allá de construir un plan de acción comunitario contra el calor y completar proyectos de demostración, este proceso participativo fue diseñado para desarrollar conciencia, iniciativa y cohesión social en las comunidades subrepresentadas. Asimismo el proceso de planificación de acciones contra el calor fue diseñado para servir como modelo para esfuerzos futuros de resiliencia al calor y crear una visión local, contextual y culturalmente apropiada de un futuro más seguro y saludable. El método iterativo de planificación y participación utilizado por el equipo del proyecto fortaleció las relaciones dentro y entre los vecindarios, las organizaciones comunitarias, los responsables de la toma de decisiones y el equipo núcleo, y combinó la sabiduría de la narración de historias y la evidencia científica para comprender mejor los desafíos actuales y futuros que enfrentan los residentes durante eventos de calor extremo. Como resultado de tres talleres en cada comunidad, los residentes presentaron ideas que quieren ver implementadas para aumentar su comodidad y seguridad térmica durante los días de calor extremo.
Como se muestra a continuación, las ideas de los residentes se interceptaron en torno a conceptos similares, pero las soluciones específicas variaron entre los vecindarios. Por ejemplo, a todos los vecindarios les gustaría agregar sombra a sus corredores peatonales, pero variaron las preferencias para la ubicación de las mejoras para dar sombra. Algunos vecindarios priorizaron las rutas de transporte público, otros priorizaron las rutas utilizadas por los niños en su camino a la escuela y otros quieren paradas de descanso con sombra en lugares clave. Surgieron cuatro temas estratégicos generales en los tres vecindarios: promover y educar; mejorar la comodidad/capacidad de afrontamiento; mejorar la seguridad; fortalecer la capacidad. Estos temas señalan que existen serios desafíos de seguridad contra el calor en la vida diaria de los residentes y que la comunidad, los negocios y los sectores responsables de la toma de decisión deben abordar esos desafíos.
Los elementos del plan de acción contra el calor están diseñados para incorporarse a otros esfuerzos para aliviar el calor, crear ciudades resilientes al clima y brindar salud y seguridad pública. Los socios de implementación del plan de acción contra el calor provienen de la región de la zona metropolitana de Phoenix, y se brindan recomendaciones para apoyar la transformación a una ciudad más fresca.
Para ampliar la escala de este enfoque, los miembros del equipo del proyecto recomiendan a) compromiso continuo e inversiones en estos vecindarios para implementar el cambio señalado como vital por los residentes, b) repetir el proceso de planificación de acción contra el calor con líderes comunitarios en otros vecindarios, y c) trabajar con las ciudades, los planificadores urbanos y otras partes interesadas para institucionalizar este proceso, apoyando las políticas y el uso de las métricas propuestas para crear comunidades más frescas.