This repository houses peer-reviewed literature, data sets, reports, and other materials generated by researchers, practitioners, and other regional stakeholders that may be informative for local and regional efforts mitigating the adverse impacts of heat. The collection is intended to serve as a resource for anyone looking for information on top research findings, reports, or initiatives related to heat and air quality. This includes community, local, state, and regional partners and other interested parties contributing to heat and air quality planning, preparedness, and response activities.

More Information: The Phoenix Regional Heat and Air Quality Knowledge Repository is product of the Healthy Urban Environments (HUE) initiative in partnership with the Urban Climate Research Center. 

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Urban ecosystems are subjected to high temperatures—extreme heat events, chronically hot weather, or both—through interactions between local and global climate processes. Urban vegetation may provide a cooling ecosystem service, although many knowledge gaps exist in the biophysical and social dynamics of using this service to reduce climate extremes. To better

Urban ecosystems are subjected to high temperatures—extreme heat events, chronically hot weather, or both—through interactions between local and global climate processes. Urban vegetation may provide a cooling ecosystem service, although many knowledge gaps exist in the biophysical and social dynamics of using this service to reduce climate extremes. To better understand patterns of urban vegetated cooling, the potential water requirements to supply these services, and differential access to these services between residential neighborhoods, we evaluated three decades (1970–2000) of land surface characteristics and residential segregation by income in the Phoenix, Arizona, USA metropolitan region. We developed an ecosystem service trade‐offs approach to assess the urban heat riskscape, defined as the spatial variation in risk exposure and potential human vulnerability to extreme heat. In this region, vegetation provided nearly a 25°C surface cooling compared to bare soil on low‐humidity summer days; the magnitude of this service was strongly coupled to air temperature and vapor pressure deficits.

To estimate the water loss associated with land‐surface cooling, we applied a surface energy balance model. Our initial estimates suggest 2.7 mm/d of water may be used in supplying cooling ecosystem services in the Phoenix region on a summer day. The availability and corresponding resource use requirements of these ecosystem services had a strongly positive relationship with neighborhood income in the year 2000. However, economic stratification in access to services is a recent development: no vegetation–income relationship was observed in 1970, and a clear trend of increasing correlation was evident through 2000. To alleviate neighborhood inequality in risks from extreme heat through increased vegetation and evaporative cooling, large increases in regional water use would be required. Together, these results suggest the need for a systems evaluation of the benefits, costs, spatial structure, and temporal trajectory for the use of ecosystem services to moderate climate extremes. Increasing vegetation is one strategy for moderating regional climate changes in urban areas and simultaneously providing multiple ecosystem services. However, vegetation has economic, water, and social equity implications that vary dramatically across neighborhoods and need to be managed through informed environmental policies.

ContributorsJenerette, G. Darrel (Author) / Harlan, Sharon L. (Author) / Stefanov, William L. (Author) / Martin, Chris A. (Author)
Created2011-10-01
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En la zona metropolitana de Phoenix, el calor urbano está afectando la salud, la seguridad y la economía y se espera que estos impactos empeoren con el tiempo. Se prevé que el número de días por encima de 110˚F aumentará más del doble para el 2060. En mayo de 2017,

En la zona metropolitana de Phoenix, el calor urbano está afectando la salud, la seguridad y la economía y se espera que estos impactos empeoren con el tiempo. Se prevé que el número de días por encima de 110˚F aumentará más del doble para el 2060. En mayo de 2017, The Nature Conservancy, el Departamento de Salud Pública del condado de Maricopa, Central Arizona Conservation Alliance, la Red de Investigación en Sostenibilidad sobre la Resiliencia Urbana a Eventos Extremos, el Centro de Investigación del Clima Urbano de Arizona State University y el Center for Whole Communities lanzaron un proceso participativo de planificación de acciones contra el calor para identificar tanto estrategias de mitigación como de adaptación a fin de reducir directamente el calor y mejorar la capacidad de los residentes para lidiar con el calor. Las organizaciones comunitarias con relaciones existentes en tres vecindarios seleccionados para la planificación de acciones contra el calor se unieron más tarde al equipo del proyecto: Phoenix Revitalization Corporation, RAILMesa y Puente Movement. Más allá de construir un plan de acción comunitario contra el calor y completar proyectos de demostración, este proceso participativo fue diseñado para desarrollar conciencia, iniciativa y cohesión social en las comunidades subrepresentadas. Asimismo el proceso de planificación de acciones contra el calor fue diseñado para servir como modelo para esfuerzos futuros de resiliencia al calor y crear una visión local, contextual y culturalmente apropiada de un futuro más seguro y saludable. El método iterativo de planificación y participación utilizado por el equipo del proyecto fortaleció las relaciones dentro y entre los vecindarios, las organizaciones comunitarias, los responsables de la toma de decisiones y el equipo núcleo, y combinó la sabiduría de la narración de historias y la evidencia científica para comprender mejor los desafíos actuales y futuros que enfrentan los residentes durante eventos de calor extremo. Como resultado de tres talleres en cada comunidad, los residentes presentaron ideas que quieren ver implementadas para aumentar su comodidad y seguridad térmica durante los días de calor extremo.

Como se muestra a continuación, las ideas de los residentes se interceptaron en torno a conceptos similares, pero las soluciones específicas variaron entre los vecindarios. Por ejemplo, a todos los vecindarios les gustaría agregar sombra a sus corredores peatonales, pero variaron las preferencias para la ubicación de las mejoras para dar sombra. Algunos vecindarios priorizaron las rutas de transporte público, otros priorizaron las rutas utilizadas por los niños en su camino a la escuela y otros quieren paradas de descanso con sombra en lugares clave. Surgieron cuatro temas estratégicos generales en los tres vecindarios: promover y educar; mejorar la comodidad/capacidad de afrontamiento; mejorar la seguridad; fortalecer la capacidad. Estos temas señalan que existen serios desafíos de seguridad contra el calor en la vida diaria de los residentes y que la comunidad, los negocios y los sectores responsables de la toma de decisión deben abordar esos desafíos.

Los elementos del plan de acción contra el calor están diseñados para incorporarse a otros esfuerzos para aliviar el calor, crear ciudades resilientes al clima y brindar salud y seguridad pública. Los socios de implementación del plan de acción contra el calor provienen de la región de la zona metropolitana de Phoenix, y se brindan recomendaciones para apoyar la transformación a una ciudad más fresca.

Para ampliar la escala de este enfoque, los miembros del equipo del proyecto recomiendan a) compromiso continuo e inversiones en estos vecindarios para implementar el cambio señalado como vital por los residentes, b) repetir el proceso de planificación de acción contra el calor con líderes comunitarios en otros vecindarios, y c) trabajar con las ciudades, los planificadores urbanos y otras partes interesadas para institucionalizar este proceso, apoyando las políticas y el uso de las métricas propuestas para crear comunidades más frescas.

ContributorsMesserschmidt, Maggie (Contributor) / Guardaro, Melissa (Contributor) / White, Jessica R. (Contributor) / Berisha, Vjollca (Contributor) / Hondula, David M. (Contributor) / Feagan, Mathieu (Contributor) / Grimm, Nancy (Contributor) / Beule, Stacie (Contributor) / Perea, Masavi (Contributor) / Ramirez, Maricruz (Contributor) / Olivas, Eva (Contributor) / Bueno, Jessica (Contributor) / Crummey, David (Contributor) / Winkle, Ryan (Contributor) / Rothballer, Kristin (Contributor) / Mocine-McQueen, Julian (Contributor) / Maurer, Maria (Artist) / Coseo, Paul (Artist) / Crank, Peter J (Designer) / Broadbent, Ashley (Designer) / McCauley, Lisa (Designer) / Nature's Cooling Systems Project (Contributor) / Nature Conservancy (U.S.) (Contributor) / Phoenix Revitalization Corporation (Contributor) / Puente Movement (Contributor) / Maricopa County (Ariz.). Department of Public Health (Contributor) / Central Arizona Conservation Alliance (Contributor) / Arizona State University. Urban Climate Research Center (Contributor) / Arizona State University. Urban Resilience to Extremes Sustainability Research Network (Contributor) / Center for Whole Communities (Contributor) / RAILmesa (Contributor) / Vitalyst Health Foundation (Funder)
Created2022